Nació en Granada el 1 de septiembre de 1804. Murió el 13 de marzo de 1831. Fue heroína de la libertad. Era hija natural de María de los Dolores Muñoz y de Mariano Pineda y Ramírez. Se casó a los quince años, el 9 de octubre de 1819, con Manuel Peralta, un joven de Huéscar. Tuvieron un hijo que se llamaba José María y una hija que se llamaba Úrsula Maria. Poco después murió su esposo, quedando Mariana viuda a la edad de dieciocho años. Su tío, Pedro de la Serrana, es encarcelado por sus ideas. Mariana acude a visitarlo a la cárcel y allí conoce a otros liberales, entre otros, el capitán Fernando Álvarez de Sotomayor. Condenado este a muerte, Mariana idea un plan para rescatarlo. Entró en la cárcel el 26 de octubre, disfrazada de fraile capuchino y logró sacar a Fernando confundido entro otros religiosos que había acudido al presidio aquel día. Mariana continuó ayudando a los liberales y colaborando en la infraestructura de la resistencia, sirviendo de enlace entre los preso y sus familias, gestionando mejores condiciones. Su actividad acabó levantando las sospechas del juez Pedrosa, que se afanó en encontrar pruebas que inculparan directamente a la joven. Arrestada, ésta se negó a confesar y a delatar a sus compañero, por lo que, a falta de indicios claros, fue puesta en libertad. Pedrosa estrechó el cerco de vigilancia la volvió a arrestar y liberar. Detrás de este acoso se ha querido ver el despecho de un hombre enamorado y rechazado, pero también la consternación porque una mujer encabezara un movimiento político de protesta.
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