El paisaje que veo a través de la ventana de mi clase es un poco artificial y otro poco natural. A la izquierda hay una fuente en la que todos los niños bebemos agua, un árbol que se llama álamo y está enredado con hiedra y una larga chapa que nos protege del agua cuando llueve.
En el centro está el gimnasio que lo utilizamos para hacer deporte y en las paredes hay unos dibujos sobre la paz...
En la derecha están los pinos que están en una cuesta empinada, un árbol llamado tuya y la puerta trasera del gimnasio que tiene una rampa para que los inumbalidos como mi amigo David puedan entrar en el gimnasio. Al fondo se ve la Sierra y por las mañanas el sol en frente. Nuestra clase está orientada al este.
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